El más reciente filme de Lynne Ramsay titulado You Were Never Really Here (Nunca estarás a salvo), basado en una novela corta de Jonathan Ames, se centra en Joe (Joaquin Phoenix) un veterano de guerra, sin miedo a la violencia, es contratado para encontrar a la hija desaparecida de un gobernador. Las pesadillas de Joe se vuelven realidad al descubrir una conspiración que lo conduce a la misión de rescate más peligrosa de su vida.
Dentro de la narración la personalidad del hombre riguroso, reservado y enigmático que se gana la vida utilizando su fuerza bruta para rescatar niñas y adolescentes que han sido reclutadas en las perversas redes de la prostitución. Joe se muestra como traumado por las experiencias del pasado y manifiesta tendencias suicidas tentando a la muerte con una navaja y acostumbrándose a la sensación de asfixia que produce colocarse en la cabeza una bolsa de plástico.
Lynne Ramsay nos muestra una dirección basada en la narrativa de la mente envenenada de Joe para crear el retrato de un hombre lleno de contradicciones y que la belleza de la escena radica en la forma en que Ramsay interrumpe momentáneamente la trama trágica para luego volver directamente al cuerpo solitario y maltratado del protagonista, rodeado de crueldad y cólera.
Joaquin Phoenix nos regala una excelente actuación y retrata muy bien la violencia emocional del personaje con los efectos del abuso físico, psicológico y/o sexual con el que tiene que lidiar día a día.
La temática de la cinta es muy cruel, pues aunque no es explicita el título de la cinta Nunca estarás a salvo nos deja esa sensación donde el relato de una persona que recorre su alma buscando culpabilidad al mismo tiempo que trata de mantenerse en su cotidianidad. Ramsay se aleja de la representación de la violencia, pero la violencia literal es rebasada por la violencia emocional.
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