Desde hace años, siempre está la duda en ¿qué es mejor? ¿DC o Marvel? Al menos para algunos mundanos la principal duda que nos acontece sería ésa al momento de ver, no sé, Justice League y The Avengers, sin embargo aunque muchos se inclinan por Marvel, el género un poco más maduro (no contenido explícito en sí, sino unos temas más sombríos que no se podrían tocar estando bajo el mando del ratón) pero, desde el punto de vista de alguien inexperto, aclarando antes de saltar con comentarios negativos, últimamente buscan la igualdad en cuanto al cine.
Eso, precisamente fue lo que pasó desgraciadamente con Aquaman; desde su anuncio en 2014 nos dejó esperando, ya que al ver Batman Vs Superman, dejó a muchos con las ganas de estrenarse ya, sin embargo no fue hasta que definitivamente supimos que Jason Momoa interpretaría a dicho personaje temimos por la imagen un poco amanerada que le estaban dando al superhéroe.
Estaba tomando seriedad, eso sí, al ver el aspecto rudo y sombrío (de nuevo esa palabra) que tomaría el Rey del Mar, wow, a algunos nos dejaría sin palabras... Desgraciadamente, no se lo tomarían demasiado en serio al momento de darle vida al personaje.
Tranquilizate, que no te llenaré de spoilers, al inicio de la película comprendimos la fanática historia de un personaje que llenaría de esperanzas a todos sus seguidores, sin embargo la falta de profundidad donde te dan a conocer el carácter de nuestro noble personaje, tanto como de los caracteres que posteriormente nos presentarían: mal con eso. Aunque no esperábamos una introducción dramática de todo el asunto, sí valdría la pena. Inclusive en escenas poco entretenidas donde el drama esperaba su turno para salir.
Otro punto muy importante es el humor un poco burdo que nos presenta a lo largo de la trama, algo a lo Captain America, o inclusive Iron Man, cosa que no le hacía falta, simplemente con ver el rostro de Momoa no se te antojaría ni bromear acerca de Pinocchio, era su perfecta oportunidad para de una buena vez darle el lugar que se merece a nuestro integrante de Justice League.
A pesar de todo, no se trata de sólo tirarle polvo, tiene sus lados buenos, como... El mismísimo Aquaman, que hizo lo que pudo para salvar la película e incluso el look que nos presenta con esa esencia digna de presenciar. Inclusive los colores que llegan a ser tan atractivos en cada escena siendo imposible despegarte en cada minuto de lo que nos ofrece el filme.
Dos horas y pico llenas de todo un poco, ¿una buena película? Claro que no merecedora de un Oscar a mejor película, y aunque tampoco le hace justicia a Wonder Woman, sería cuestión de gustos para determinarlo.
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