Una cinta que no pudo llegar al cine en vísperas a Halloween o día de muertos y que perdió mucha fuerza, pues se esperaba que fuera la cinta de terror del año.
Cadáver o con su título en inglés llamado The Possession of Hannah Grace dirigida por Diederik Van Rooijen y que narra la historia de Megan Reed, una joven que comienza a trabajar como forense en el turno de noche en la morgue. Cuando de pronto tiene que realizar el análisis de un cadáver desfigurado, para que descubran la causa de la muerte. Tras la llegada de este cadáver, la joven comienza a experimentar espeluznantes visiones, e irá descubriendo una serie de extraños y violentos sucesos causados por una entidad maligna, lo que le hace sospechar que el cuerpo que ha recibido está poseído por una despiadada fuerza demoníaca.
Adentrándonos en la historia el guion empieza a fallar, pues aunque explota la narrativa de la claustrofobia y muestra el escenario perfecto para una cinta de terror, los personajes y las situaciones impiden la tensión perfecta, pero logra mantener los elementos típicos del género, pero no supera los clichés.
Faltaron las actuaciones donde vemos a Shay Mitchell en el papel de Megan y es donde recae, pues falta personalidad ya que no esta bien desarrollado haciendo que no empatizara con el público.
Marca con escenas espeluznantes con el tema de las posesiones demoníacas desde el inicio con un exorcismo que parece enseñar en realidad los trucos, en imágenes del género que la vuelven entretenida y dominguera.
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