Nicolas Cage confiesa que se muere de ganas por trabajar con Quentin Tarantino y Paul Thomas Anderson.
El actor ha llegado a un punto en el que dice valorar más la calidad que la cantidad. No todas sus películas han sido tan exitosas como se esperaba en un principio, sin embargo él ha reconocido arrepentirse solamente de una cosa: no haber trabajado aún con Quentin Tarantino.
Durante una entrevista con Newsweek, el intérprete estadounidense pudo hablar sobre su carrera y algunos de los trabajos que rechazó en su momento y terminaron convirtiéndose en grandes éxitos como Matrix o El Señor de los Anillos. "Realmente no me arrepiento de nada. Creo que arrepentirse es una pérdida de tiempo. Está claro que hay películas que me habrían beneficiado si las hubiese hecho si determinadas circunstancias de mi vida me lo hubiesen permitido", comentó.

El actor también tuvo oportunidad de hablar de algunas de sus experiencias más surrealistas en el mundo del cine y de las que hoy en día puede reírse, como por ejemplo cuando trabajó con Neil LaBute en "Wicker Man": "Está claro que es un fenómeno. No creo que la película mereciese tanta atención, ni buena ni mala. Fue una experiencia bastante irónica. No creo que la gente se diese cuenta, pero la película fue diseñada con un toque de comedia negra", explicó.
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